La artroscopia es un procedimiento para diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones. Un cirujano inserta un conducto delgado conectado a una cámara de video de fibra óptica a través de una pequeña incisión.
Permite al cirujano ver dentro de la articulación sin realizar una incisión de gran tamaño. Pueden incluso reparar ciertos tipos de daños articulares a través del uso de instrumentos quirúrgicos.
Los médicos utilizan para diagnosticar y tratar una variedad de afecciones en las articulaciones, más frecuentemente aquellas que afectan las siguientes partes:
Rodilla
Hombro
Codo
Tobillo
Cadera
Muñeca
Los ortopedistas a menudo recurren a la artroscopia si quedan algunas dudas respecto del diagnóstico que no se pudieron resolver con las radiografías y otros estudios de diagnóstico por imágenes.
Entre las afecciones tratadas con artroscopia se incluyen las siguientes:
Fragmentos de huesos sueltos
Cartílago dañado o roto
Revestimientos de las articulaciones inflamados
Ligamentos rotos
Cicatrices en articulaciones
La artroscopia es un procedimiento muy seguro y las complicaciones son poco frecuentes. Los problemas pueden incluir los siguientes:
Daño en los nervios o tejidos. La colocación y el movimiento de los instrumentos dentro de la articulación pueden dañar las estructuras de la articulación.
Infección. Toda cirugía invasiva conlleva un riesgo de infección.
Coágulos de sangre. En raras ocasiones, los procedimientos que tardan más de una hora pueden incrementar el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos en las piernas o los pulmones.
Las preparaciones exactas dependen de las articulaciones que el cirujano examinará o reparará. En general, deberías hacer lo siguiente:
Evita ciertos medicamentos.
Ayuna con anticipación.
Organiza que alguien te lleve a tu casa.
Viste prendas sueltas.
Lo que puedes esperar.
La cirugía artroscópica generalmente no dura demasiado. Por ejemplo, la artroscopia de la rodilla dura aproximadamente una hora. Luego, te llevarán a una sala diferente para que te recuperes durante unas horas antes de irte a casa.
Los cuidados posteriores pueden incluir lo siguiente:
Medicamentos
Técnica R.I.C.E.
Protección
Ejercicios
Llama al cirujano si desarrollas alguno de los siguientes síntomas:
Fiebre
Dolor que no mejora con los medicamentos
Secreción de la incisión
Enrojecimiento o inflamación
Nuevo entumecimiento u hormigueo
En general, deberías ser capaz de retomar el trabajo de escritorio y las actividades livianas en unos pocos días. Probablemente serás capaz de volver a manejar en una a tres semanas y realizar actividades más extenuantes unas semanas más tarde.
Sin embargo, el tiempo de recuperación no es igual para todos. Tu situación podría requerir un periodo de recuperación más largo y rehabilitación.