El menisco es un pedazo de cartílago en forma de C en la articulación de la rodilla. Hay dos en cada rodilla.
• El cartílago del menisco es un tejido fuerte, pero flexible que actúa como un amortiguador entre los extremos de los huesos en una articulación.
• Las rupturas de menisco se refieren a un desgarro en este cartílago amortiguador de la rodilla.
El menisco forma un colchón entre los huesos de la rodilla para proteger la articulación:
Actúa como un amortiguador
Ayuda a distribuir el peso en el cartílago
Ayuda a estabilizar la articulación de la rodilla
Puede sufrir desgarro y limitar su capacidad para flexionar y extender la rodilla
Una ruptura de menisco puede ocurrir si usted:
Se tuerce o flexiona en exceso su rodilla
Rápidamente se detiene y cambia de dirección al correr, aterriza de un salto o gira
Se arrodilla
Se rompe los otros ligamentos de la rodilla, como el ligamento cruzado anterior (LCA)
Se pone en cuclillas y levanta algo pesado
Recibe un golpe en la rodilla, como durante una atajada en el fútbol
A medida que usted envejece, su menisco también lo hace y puede llegar a lesionarse más fácilmente.
Usted puede sentir un "chasquido" cuando se presenta una lesión del menisco. Igualmente puede experimentar:
Dolor de rodilla dentro de la articulación, el cual empeora con presión en la articulación
Hinchazón de la rodilla que se produce al día siguiente después de la lesión o después de actividades
Dolor en la articulación de la rodilla al caminar
La rodilla se bloquea o se pega
Dificultad para ponerse en cuclillas
Después de examinar la rodilla, el médico puede mandarlo a que se haga estos exámenes de diagnóstico por imágenes:
Radiografías para ver si hay algún daño a los huesos y presencia de artritis en la rodilla.
Una resonancia magnética de la rodilla. Una máquina de resonancia magnética toma imágenes especiales de los tejidos dentro de su rodilla. Estas imágenes mostrarán si los tejidos se han estirado o desgarrado.
Si usted tiene una ruptura de menisco, puede que necesite:
Muletas para caminar hasta que mejoren la inflamación y el dolor
Un dispositivo ortopédico para apoyar y estabilizar la rodilla
Fisioterapia para ayudar a mejorar el movimiento de la articulación y la fuerza de la pierna
Cirugía para reparar o extirpar el menisco roto
Evitar ponerse en cuclillas o hacer movimientos de torsión
El tratamiento puede depender de su edad, nivel de actividad y dónde se produce el desgarro. Para los desgarros leves, usted puede tratar la lesión con reposo y cuidados personales.
Para otros tipos de desgarros o si usted es joven, puede necesitar una artroscopia (cirugía) de rodilla para reparar o ajustar el menisco.
Siga el método R.I.C.E (acrónimo en inglés de Reposo, Ice [Hielo], Compresión y Elevación] para ayudar a reducir el dolor y la inflamación:
Repose la pierna. Evite poner peso sobre ella.
Aplique hielo sobre la rodilla por 20 minutos a la vez 3 ó 4 veces al día.
Comprima el área envolviéndola con un vendaje elástico o una envoltura de compresión.
Eleve su pierna levantándola por encima del nivel del corazón.
Usted no debe poner todo su peso sobre la pierna si le duele o si su médico le dice que no lo haga. El descanso y los cuidados personales pueden ser suficientes para permitir que el desgarro sane. Es posible que necesite utilizar muletas.
Después de esto, usted aprenderá ejercicios para fortalecer los músculos, ligamentos y tendones alrededor de la rodilla y hacerlos más fuertes y más flexibles.
Si le practican una cirugía, es posible que necesite fisioterapia para recuperar el pleno uso de su rodilla. La recuperación puede tardar desde unas semanas hasta unos cuantos meses. Bajo la dirección de su médico, usted debe ser capaz de realizar las mismas actividades que hacía antes.